Los campos electromagnéticos que nos rodean pueden causarnos enrojecimiento y sequedad ocular, entre muchos otros problemas de salud (insomnio, depresión, ansiedad, alergias, hipertensión, piel seca, etc).
En el medio en que vivimos, hay campos electromagnéticos por todas partes, pero son invisibles para el ojo humano. Se producen campos eléctricos por la acumulación de cargas eléctricas. Además de las fuentes naturales (geopatías), en el espectro electromagnético hay también fuentes generadas por el hombre (todo tipo de aparatos electrónicos).
El problema es que no sabemos los efectos dañinos a largo plazo. También nos encontramos con estudios que nos presentan resultados contradictorios, y nos resulta difícil fiarnos de unos o de otros, ya que siempre suelen haber intereses de los que los financian.
Podemos hacer un experimento nosotros mismos. Cada día, herviremos agua en el microondas y en un fogón, y cuando esté ya tibia la utilizaremos para regar dos plantas similares, cada una con un agua. Al cabo de un tiempo, veremos cómo evolucionan cada una de ellas. Es posible que una no sobreviva.
¿Qué podemos hacer?
1) Irnos a vivir aislados en plena naturaleza, en una casa ecológica.
2) Hay maneras naturales de “descargarnos”, aunque no están al alcance de todo el mundo: andar un rato por la playa o por la hierba descalzos, o bien abrazarnos a un árbol. También podemos alejarnos todo lo posible de las ondas: móvil, microondas, aparatos inalámbricos, enchufes, etc. Aunque no podremos evitar las de nuestros vecinos.
Finalmente, durante la noche, podemos poner una manta de lana de oveja natural debajo de la cama, que es un buen aislante.
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