6- El trabajo externo: La cuestión física (III): Gimnasia

La gimnasia ocular fortalece los músculos y mantiene ágiles los ojos, y lo que inicialmente son una serie de ejercicios sencillos que debemos realizar cada día se convertirán en una nueva forma de mirar de forma natural. En eso consiste la reeducación visual:

- Mirada analítica: Es el concepto de Centralización de Bates, y consiste en recorrer con la mirada todos los detalles en vez de pretender abarcarlo todo, dando así a los ojos una movilidad continua. Se puede practicar con una imagen, un paisaje, un objeto…

- Acomodación: Se trata de leer un texto mientras vamos alejando y acercando lentamente el texto a nuestros ojos. Después se hace lo mismo con el dedo índice entre los ojos, en vertical.

- Gimnasia directa: Mover los ojos en todas las direcciones posibles. Derecha-izquierda, arriba-abajo, en diagonales y posteriormente en círculos. Incluso cruzando la mirada. Las primeras veces puede producir un poco de mareo.

- Alternancia: Dirigir la mirada a un lugar oscuro, mantenerla, y desviarla a un lugar iluminado, y así sucesivamente.

- Balanceo: De pie, con los pies separados, se realiza un suave y lento balanceo con todo el cuerpo, de derecha a izquierda, levantando los pies. Se mantiene la mirada en un objeto cercano. Es un ejercicio muy recomendado en casos de miopía.

- El guiño: Permite eliminar cuerpos extraños y es una forma de automasaje. Debe apretarse al máximo al cerrar y relajarse al abrir.

- La puerta: Situar el dedo índice a un palmo de los ojos y mirar a un punto lejano. Al cabo de un rato el dedo se desdoblará. Es un buen ejercicio para observar la diferencia entre los dos ojos.

- Adaptación: Fijar la vista sucesivamente en un punto lejano y uno cercano. Se puede practicar con dos calendarios, uno grande en la pared y uno pequeño en la mano.

- Ojo de pirata: Taparnos un ojo durante espacios cortos de tiempo para observar el desequilibrio entre los dos ojos y potenciarlos por separado.

Estos son sólo algunos ejercicios que nos pueden ayudar, pero pueden ser complementados con terapias corporales como la antigimnasia, el Feldenkrais (utilizado por Schneider), el yoga, el Tai Qi, el Qi Gong, etc. Suelen haber ejercicios específicos para los ojos. En este sentido es importante la aportación de Schneider, que fruto de su propia experiencia desarrolló nuevos ejercicios a fuerza de investigar con su propio cuerpo.
 
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